El dolor provoca una respuesta de estrés que a su vez puede desencadenar numerosas respuestas fisiológicas en el organismo. Puede aumentar la presión arterial, incrementar nuestra frecuencia respiratoria y cardíaca, y causar tensión muscular. Estas cosas son difíciles para el cuerpo. Pueden conducir a fatiga, problemas para dormir y cambios en el apetito.
El dolor es una señal del sistema nervioso de que algo no anda bien. Es una sensación desagradable, como un pinchazo, hormigueo, picadura, ardor o molestia.
Los principales tipos de dolor son: dolor agudo. dolor crónico.
Dolor agudo
El dolor agudo usualmente aparece de repente y puede deberse a una enfermedad, lesión o cirugía. Puede ser agudo e intenso, pero lo normal es que cese cuando su causa desaparece o cuando el tejido sana.
Es importante seguir el tratamiento adecuado, si no el dolor agudo puede convertirse en crónico. Algunos ejemplos de las causas de este tipo de dolor son:
• Esguinces
• Moretones
• Sobreesfuerzo durante el ejercicio físico
• Quemaduras
• Fracturas
• Cirugía
Dolor crónico
Sufrir dolor crónico puede ser agotador, ya que se trata de una molestia persistente que puede durar meses o incluso años. El nivel de dolor puede variar de un día a otro: de leve a intenso, o viceversa.
A veces se desconoce la causa del dolor, otras veces se debe a una lesión antigua. De hecho, constatar que el dolor persiste, aunque la lesión se haya curado, puede ser frustrante.
Algunos ejemplos de causas del dolor crónico son:
- Dolor de cabeza frecuente
- Artritis
- Dolor de espalda
Muchas enfermedades se manifiestan a través del dolor, consulta a tu médico para despejar dudas