Una piel saludable inicia desde adentro. La combinación correcta de vitaminas y otros nutrientes puede ayudarte a mantener un cutis sana.
Tener una piel bonita, luminosa, sin acné y otras imperfecciones, depende de la genética, de las cremas que uses y también de lo que comes. Está demostrado que la dieta influye no solo nuestro peso, también afecta en nuestra salud y en el estado de la piel y al ser el órgano más grande de nuestro cuerpo necesita un aporte nutricional equilibrado.
A medida que la piel envejece, naturalmente se vuelve más delgada y frágil, el cuerpo tarda más en reemplazar y reparar las células viejas. Si bien no hay nada que puedas hacer para retrasar el paso del tiempo, con los nutrientes adecuados ayudas a mantener una piel sana.
La vitamina A, B, C y colágeno juegan un gran papel en la salud de la piel y a diferencia del uso de productos de belleza que funcionan solo superficialmente, la ingesta diaria de estos nutrientes le da al cuerpo los recursos necesarios para mantener una piel sana.